La disposición de los niños de seis a ocho años de
edad para la decisión espiritual depende de las experiencias que han tenido en
el hogar, la asistencia a la iglesia, la enseñanza significativa, y la
aplicación personal de la Palabra de Dios.
Pueden entender el mensaje de salvación si se lo
presenta de manera sencilla y concreta. Romanos 3.10 y 3.23 los ayuda a darse
cuenta de que son pecadores. Juan 1.12 y 3.16 les mostrará que pueden unirse a
la familia de Dios recibiendo al Señor Jesús como su Salvador. Estos niños, en
su deseo de ser aceptados, pueden tomar una decisión que aún no es genuina; así
que no los debe empujar a tomar decisiones prematuras.
Los padres y adultos que trabajan en este nivel de
edad necesitan establecer un programa de seguimiento, de nutrición y
crecimiento espiritual, que comienza inmediatamente después de que los niños
reciben a Cristo.