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En este espacio podrás agregar tus comentarios y reflexiones sobre los temas propuestos.
miércoles, 31 de julio de 2019
Inside the ADHD mind
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1. ADHD Is Real
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2. ADHD Is a Paradox
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3. ADHD Is a Brain Phenomenon
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4. Every Day Is a Struggle
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5. Self-Doubt Is an ADHD By-Product
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6. We Are Trying Harder Than You Can Imagine
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7. Tough Love Doesn't Work
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8. We Don't Process Thoughts Like You Do
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9. We Feel Everything Stronger, Louder, More
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10. Time Feels Like a Foreign Language
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11. ADHD Is Not an Excuse
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12. ADHD Is Not Hopeless
lunes, 29 de julio de 2019
A qué edad tienen las mujeres sus mejores orgasmos
A qué edad tienen las mujeres sus mejores orgasmos
Una aplicación femenina realizó una investigación para descubir en qué momento de la vida las mujeres se autoperciben más sensuales y disfrutan más del sexo. Los detalles
11 de junio de 2017
El placer sexual femenino no es algo que pueda definirse de manera
unviersal o lineal. Cada mujer lo vive a su manera y disfruta de las
relaciones sexuales de diversas formas. Sin embargo, un reciente estudio
llevado a cabo por una aplicación, descubrió que sí existe una edad
donde los orgasmos son más potentes.
En la investigación,
las 2.618 participantes evaluaron su satisfacción sexual (incluidas la
frecuencia de relaciones sexuales y la satisfacción de su pareja), la
atracción (autopercibida y a ojos de su pareja), así como la frecuencia
del orgasmo y el disfrute.
El estudio realizado por la aplicación Natural Cycles,
reveló finalmente interesantes patrones del comportamiento sexual en
tres grupos distintos de edad: menores de 23 años, mujeres de entre 23 y
36 años y mujeres de más de 36. Los resultados fueron claros: el
orgasmo, la auto percepción del atractivo y el placer sexual mejoran con
la edad.
Según este estudio, las mujeres después de la tercer década de edad,
específicamente las de 36 años, son quienes se sienten más atractivas y
disfrutan del sexo mucho más que las más jóvenes.
"Los resultados del estudio envían un mensaje muy positivo sobre algo
que las mujeres saben desde hace tiempo", explicó Amanda Bonnier,
gerente de la aplicación que llevó a cabo el estudio. "Cuanto mayor sos, mejor conoces tu cuerpo, más placentera puede ser tu vida sexual y más confianza tenés en vos mismo".
No obstante, en la investigación no se diferenciaron las formas de
alcanzar el clímax sexual, algo que es determinante y que está muy
relacionado con el conocimiento del propio cuerpo y la experiencia en
relaciones sexuales. En las mujeres, la tensión física que se libera en
el punto máximo de placer no es algo absoluto, atribuible a todos los
casos. Según estudios previos, del 30 a 35% de las mujeres alcanza el
orgasmo solo con penetración, pero el resto necesita de otros recursos.
Según explico el médico psiquiatra y sexólogo Walter Ghedin (MN 74.794) a Infobae,
"hay mujeres que tienen orgasmos por penetración, otras que pueden
obtenerlo tanto por estimulación del clítoris como por penetración y
otras que llegan al clímax solo por 'tocar' el clítoris. Todas estas
formas son posibles y cada una responde a la manera fisiológica y
psicológica de conseguir el orgasmo".
Cuando se les preguntaba por su propio atractivo sexual, las mujeres
mayores de 36 años fueron quienes demostraron una mayor confianza en sí
mismas, seguidas muy de cerca por las mujeres menores de 23. Sin
embargo, pese a que las más jóvenes se sentían sexy y atractivas, tenían
peores resultados cuando se les preguntaba sobre la frecuencia de sus
orgasmos.
El 58% de las mujeres del grupo de mujeres cercanas a los 40 años,
afirmaron tener orgasmos más placenteros y en mayor cantidad, siendo un
10% más que el porcentaje del grupo más joven y un 5% más que el grupo
intermedio. Además, el 86% de las mujeres más adultas había mantenido
relaciones sexuales placenteras en las cuatro semanas anteriores al
estudio, contra el 76% de las mujeres del grupo de edad intermedio.
Por otra parte, según una investigación reciente de la Universidad de
Manchester, en Inglaterra, que recopiló información de más de 7.000
adultos mayores de 50 años, en las mujeres el apetito sexual tiende a
disminuir paulatinamente entre los 50 y 79 años, pero una vez que pisan
la barrera de los 80, el deseo se reaviva y la sexualidad es
redescubierta.
En este sentido, Ghedin señaló la importancia de no creer que se está
fuera del "mejor momento", ya que hay muchas etapas en la vida sexual
para disfrutar y descubrir, tanto en la segunda década de la vida como
en la tercera edad.
"Es preciso desterrar la idea de que a 'los viejos' no les interesa el
sexo, o que la fisiología sexual queda anulada como consecuencia del
envejecimiento", indicó el experto. "Hombres y mujeres en la madurez de
la vida pueden encontrar en el despliegue sexual un motivo para sentirse
más saludables. No olvidemos que el placer sexual refuerza la
confianza, el humor, y es un estímulo para generar proyectos".
En cuanto a la frecuencia del sexo, un tercio de las participantes dijo
mantener relaciones sexuales dos veces a la semana, más de una quinta
parte practica sexo tres veces por semana y menos de una quinta parte
dijo hacerlo una vez a la semana.
Por otra parte, la mayoría de las mujeres que participaron afirman que
la monogamia era un factor clave para una vida sexual más feliz.
Concretamente, el 81% aseguró que podían tener sin problemas una vida
sexual duradera y muy placentera con la misma persona.
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5 frases que dicen los falsos maestros
5 frases que dicen los falsos maestros para que te quedes en su iglesia
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5 frases que dicen los falsos maestros para que te quedes en su iglesia |
Posted: 22 Jul 2019 10:01 PM PDT
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viernes, 12 de julio de 2019
¿Es la fe un don de Dios?
Esta pregunta es crucial. Si nuestra fe (nuestra confianza en Cristo, quien es el objeto de nuestra fe) no es un don de Dios, sino que es algo que surge de nosotros, podríamos decir que contribuimos algo en nuestra conversión —lo cual nos conduce a estar menos agradecidos de lo que deberíamos estarlo ante Dios.
En su bondad, Dios ha respondido esta interrogante. Tenemos su respuesta en la Palabra de Dios. Por ejemplo, en Efesios 2:8-9 leemos: “Porque por gracia habéis sido salvados por medio de la fe, y esto no de vosotros, sino que es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe”.
Hay quienes dicen que allí Pablo no enseña que la fe es un don de Dios, sino que el hecho de que seamos salvos por fe es un don de Dios. En otras palabras, es un regalo de Dios que seamos salvos por medio de la fe, pero la fe por medio de la cual recibimos la salvación no es un regalo de Dios. Dicho de otra forma: “la gracia es la parte de Dios, y la fe es nuestra parte”. No comparto esa postura.
Estoy de acuerdo con el erudito William Hendricksen cuando, al analizar minuciosamente este pasaje, explica que…
“[E]n un contexto donde el apóstol pone
tan tremendo énfasis en el hecho que desde el principio hasta el fin el
hombre debe su salvación a Dios, y sólo a él, habría sido muy extraño,
sin duda alguna, para él decir, ‘Gracia es la parte de Dios, fe, la
nuestra’. Aunque tanto la responsabilidad de creer como su actividad son
nuestras, puesto que Dios no ha de creer en nuestro lugar, sin embargo,
en el contexto presente (vv. 5–10) se esperaría énfasis en el hecho de
que la fe, así en su parte inicial como en su continuación, depende
enteramente de Dios, y tal es el caso en lo que respecta a toda nuestra
salvación”.1)
Creo que el pasaje enseña que aún la fe por la que somos salvos es un
regalo de Dios. Esto concuerda con otros textos irrefutables que nos
enseñan de manera clara lo mismo. “Porque a vosotros se os ha concedido por amor de Cristo, no sólo creer en El, sino también sufrir por Él” (Flp. 1:29). “[Y] cuando llegó, ayudó mucho a los que por la gracia habían creído” (Hch. 13:48b).
“Porque en virtud de la gracia que me ha sido dada, digo a cada uno de
vosotros que no piense más alto de sí que lo que debe pensar, sino que
piense con buen juicio, según la medida de fe que Dios ha distribuido a cada uno” (Rom. 12:3).De hecho, no solo la fe es un don de Dios, sino que el arrepentimiento también. “A éste Dios exaltó a su diestra como Príncipe y Salvador, para dar arrepentimiento a Israel, y perdón de pecados” (Hch. 5:31). “Y al oír esto se calmaron, y glorificaron a Dios, diciendo: Así que también a los gentiles ha concedido Dios el arrepentimiento que conduce a la vida” (Hch. 11:18). “Y el siervo del Señor no debe ser rencilloso, sino amable para con todos… por si acaso Dios les da el arrepentimiento que conduce al pleno conocimiento de la verdad” (2 Tim. 2:24-25).
Es por eso que el apóstol Pablo puede decir cosas como: “Yo planté, Apolos regó, pero Dios ha dado el crecimiento” (1 Cor. 3:6); “Porque ¿quién te distingue? ¿Qué tienes que no recibiste? Y si lo recibiste, ¿por qué te jactas como si no lo hubieras recibido?” (1 Cor. 4:7); y “nadie puede decir: Jesús es el Señor, excepto por el Espíritu Santo” (1 Cor. 12:3b).
Como escribió Pedro: “Pues su divino poder nos ha concedido todo cuanto concierne a la vida y a la piedad, mediante el verdadero conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia” (2. Pe. 1:3). Por tanto, podemos decir con seguridad que nuestra fe y arrepentimiento son regalos de Dios que recibimos al ser llamados por Él, mientras al mismo tiempo (y esto suena paradójico) tenemos la responsabilidad de creer y arrepentirnos.
Como hemos visto, esta enseñanza es explícita en las Escrituras y es importante en el cristianismo bíblico. Esto fue algo que los reformadores afirmaron con valentía y necesitamos atesorar.
Deja que esta verdad te conduzca a vivir con más humildad y agradecimiento delante de Dios, y que también te anime a predicar con valentía el evangelio, sabiendo que el Señor puede dar fe y arrepentimiento a tus oyentes para que tengan salvación en Cristo. “Porque de Él, por Él y para Él son todas las cosas. A Él sea la gloria para siempre. Amén” (Rom. 11:36).
Publicado originalmente el 11 de agosto del 2017.
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