O quizás, las asocies con el bouquet que le enviaste a tu novia o a alguien muy querido en su aniversario de cumpleaños.
Cualquiera sea la ocación, una flor, siempre representa vida. Una vida que nace, crece, se luce y termina...
Pero, al morir tú vuelves al lecho original, desde allí un día el Señor te levantará y resucitará, al darte una nueva vida, la vida eterna. Esa es la esperanza que tenemos. ¡Compártela!
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