RESEÑA
DE LOS LIBROS DE LOS LIBROS DEL NUEVO TESTAMENTO
LOS EVANGELIOS
Evangelio significa "Buenas Nuevas" y narran
las "Buenas Noticias" de Jesucristo con el fin de mantener la
enseñanza de quienes fueron testigos de los acontecimientos sucedidos durante
el ministerio de Jesús en las comunidades cristianas que se extendían y
multiplicaban. El Evangelio de Mateo (en griego Κατὰ Ματθαῖον εὐαγγέλιον, Katá Mattháīon evangélion) es uno de los cuatro Evangelios del Nuevo Testamento. Los evangelios
son tradicionalmente impresos con Mateo primero porque todas las listas
primitivas que existen de los evangelios lo ponen como el primero, seguido por Marcos, Lucas y Juan, en dicho orden.
MATEO: Parece que su
autor fue un judeo-cristiano. Hoy nadie lo atribuye al apóstol Mateo. En cuanto
a la fecha, la mayoría se inclina por los años 80-85, y como lugar de origen,
Siria. El autor presenta una comunidad viva a la que él pertenece. Va dirigida
a iglesias judeo-cristianas que revisan su trayectoria a la luz de la vida y
enseñanzas de Jesús. Marca una continuidad con el judaísmo, pero al mismo
tiempo, su ruptura. Según él, Jesús es el nuevo Moisés que trae una nueva
revelación de parte de Dios.
MARCOS: En orden
cronológico fue el primer evangelio que apareció. Data del año 70, en Roma. Por
aquellos años 60-70 Palestina y Roma atravesaban una situación de crisis. Marcos,
que no pretende escribir una crónica de la vida de Jesús, sino que ofrece una
visión de su ministerio tal como lo veían él y su comunidad. Recoge las
tradiciones de la comunidad en que vivía y con la que compartía alegrías,
sufrimientos y esperanzas. Se afirma que este primer evangelio sirvió de fuente
para la redacción de los de Mateo y Lucas, aunque estos tuvieran también sus
propias fuentes.
LUCAS: Escrito por
Lucas, médico griego, que formó parte del grupo de San Pablo, quién lo conoció
a través de fueron testigos oculares y servidores de la palabra. Su composición
se fecha alrededor del año 80, pero no se sabe con certeza donde tuvo lugar,
aunque algunos lo sitúan en Grecia. Lucas muestra predilección por las
minorías, los grupos marginados, los humildes y los pobres. Su evangelio se ha
llamado por esto "evangelio de la misericordia". El perdón que Jesús
predica alcanza a todos los hombres, por lo cual se ha llamado también
"evangelio de la salvación universal". Este evangelio, junto con el
de Mateo, tienen relatan la infancia de Jesús quién nació en Belén y sobre su
concepción fue virginal.
JUAN: Una tradición
desde finales del S.II atribuye este evangelio a Juan, el de Zebedeo. En la
actualidad, se lo atribuye al "discípulo amado" que sólo aparece en
este evangelio, y no hay que identificarlo con Juan, el apóstol. En cuanto a la
fecha, se admite generalmente, que fue escrito al final del S.I, hacia el año
90, según algunos, en Palestina, aunque refleja situaciones del mundo
helenista; otros dicen, que fue en Éfeso. Al final del evangelio se dice que
fue escrito "para que creáis que Jesús es el Mesías e Hijo de Dios y
creyendo tengáis vida en su nombre" (Juan 20:31). Es un libro escrito para
sostener en la fe a los cristianos sometidos a prueba. Por su tratamiento y su
lenguaje es diferente a los sinópticos. Cristo no es un ser del pasado, sino un
viviente que da sentido a la vida de los creyentes y les permite hacerse hijos
de Dios.
HECHOS DE LOS APÓSTOLES: Se considera este libro
como una segunda parte del evangelio de Lucas y se atribuye al mismo autor. En
la primera (Evangelio) trata de los hechos y enseñanzas de Jesús. En la segunda
(Hechos) de la actividad y enseñanza de sus continuadores, los apóstoles,
aunque en realidad sólo se refiere a Pedro, al principio, y más por extenso a
Pablo. Puede decirse que lo que narra de hecho es la difusión del Evangelio
desde Jerusalén hasta Roma, en cumplimiento del mandato de Cristo (Hch. 1.8). Sobre su autor,
véase lo dicho sobre el autor del tercer evangelio. En cuanto a la fecha, se
han propuesto varias, pero muchos se inclinan hoy por el año 80 y parece la más
aceptada. Da la impresión de que está dirigido a una comunidad nacida en territorio
pagano formada por cristianos provenientes de la gentilidad. Puede dividirse
en tres partes: la Iglesia de Jerusalén (1,1-8,3); expansión de la Iglesia en
Palestina (8,4-12,25); difusión en el mundo greco-romano por la acción de Pablo
y sus compañeros de misión (13,1-28,31).
CARTAS
PASTORALES
CARTAS DE SAN PABLO: Estas cartas son verdaderamente cartas, no tratados teológicos, en las que
se plantean los problemas de dichas comunidades y las relaciones entre sus
miembros, así como con el apóstol. Tradicionalmente se atribuían a San Pablo
las siguientes cartas: a los Romanos, 1-2 Corintios, Gálatas, Efesios,
Filipenses, Colosenses, 1-2 Tesalonicenses, 1-2 Timoteo, Tito, Filemón,
Hebreos. Hace ya bastante tiempo dejó de atribuírsele la carta a los Hebreos.
De las restantes, hoy se consideran auténticas: Romanos, 1-2 Corintios,
Gálatas, Filipenses, 1 Tesalonicenses (probablemente también la 2ª) y Filemón.
Todas las cartas auténticas de Pablo fueron escritas entre el año 50 y el 63,
por tanto, antes del primer evangelio. Las demás son consideradas de la escuela
paulina, es decir, de discípulos suyos; se las suele llamar deutero-paulinas.
ROMANOS: La carta a los
Romanos, la más extensa y la más densa, está escrita a una comunidad que él no
ha fundado, ni conoce personalmente; pero sabe que es muy dinámica y fuerte. Piensa
hacer a España, manifiesta su deseo de visitarla y conocerla, pero quiere
también que conozcan su "evangelio".
Trata el problema
de la justificación por la fe en Jesucristo que da una nueva vida. Al final de
la carta se presentan las exigencias de la nueva vida. Fue escrita en Corinto a
principio del año 58, después de su tercer viaje apostólico,
1 y 2 CORINTIOS: Estas cartas permiten conocer la vida de una de las más antiguas
comunidades cristianas urbanas, que estaba compuesta de convertidos judíos, de
prosélitos y paganos. Fueron escritas en Éfeso hacia el año 54. Su contenido
responde a los informes que había enviado a Pablo una cristiana de Corintio, de
nombre Cloe, acerca de la situación moral de la comunidad. Es también respuesta
a las preguntas que le hicieron los dirigentes de la misma sobre el matrimonio,
los sacrificios a los ídolos, la asamblea cristiana y la resurrección. En la
primera carta se encuentra uno de los pasajes más cruciales" (1 Cor. 13).
GÁLATAS: Galacia estaba
situada en el centro de la actual Turquía. Esta misiva está dirigida a las
comunidades de Antioquía de Pisidia, lconio, Listra y Derbe, fundadas en su primer
viaje, pues no se sabe que visitara la Galacia del Norte. Fue escrita hacia los
años 54-57 al principio del tercer viaje, estando Pablo en Éfeso. El motivo fue
prevenir ante ciertos convertidos judíos (judaizantes) que pretendían imponerles
a los convertidos paganos la Ley mosaica y la circuncisión sin las cuales,
según decían, no había salvación. Atacaban también personalmente a Pablo, por
lo que éste reaccionó de forma inmediata y apresurada defendiendo la
autenticidad de su apostolado.
EFESIOS: Al parecer, esta
carta fue escrita por un discípulo de Pablo a fines del siglo I. En ella expone
el plan divino de la Salvación por Cristo y el misterio de la Iglesia. En su
parte moral, exhorta a vivir de acuerdo con la vocación cristiana.
FILIPENSES: Filipos fue la primera comunidad fundada por Pablo en Europa, durante su
segundo viaje. La carta a esta comunidad fue escrita en Éfeso hacia el año
56-57. Agradece Pablo la ayuda recibida de los filipenses y les da
instrucciones para vivir dignamente y ser luz para los demás. Ataca a los
judaizantes, al tiempo que expone su conocida doctrina de la justificación por
la fe en Jesucristo.
COLOSENSES: En Colosas (Asia Menor) había un comunidad cristiana fundada por Epafras,
un convertido por Pablo. Estaba compuesta por gentiles. Esta carta fue escrita,
al parecer, en Éfeso por un discípulo de Pablo, hacía el año 63. Su contenido
es contrarrestar la influencia judía y pagana que sufría esta joven comunidad.
1 TESALONICENSES: Tesalónica fue la segunda ciudad evangelizada por Pablo en Europa después
de Filipos. Esta carta fue escrita en Corinto en el año 51, veintiún años
después de la muerte de Cristo. Es el primer escrito del Nuevo Testamento. La
fe y conducta de los tesalonicenses eran ejemplo no sólo para Macedonia, donde
se encuentra Tesalónica, sino para Acaya (sur de Grecia). A causa de su fe
sufrieron persecución: Pablo les exhorta a perseverar en la fe recibida.
2 TESALONICENSES: Esta carta fue escrita poco después de la anterior, también en Corintio, en
el 51. Insiste en los temas de la primera, sobre todo en el retorno de Cristo
que algunos creían inminente.
1-2 TIMOTEO Y TITO: Estas tres cartas las dirigió Pablo a sus discípulos Timoteo y Tito. En
ellas les da consejos sobre su ministerio. Se destacan por presentar un
desarrollo y organización de la Iglesia muy posterior, son fechadas entre los
años 100 y 140.
FILEMÓN: Pablo intercede
por Onésimo, su esclavo que le había abandonado y fue convertido por él
mientras estaba preso, al parecer, en Éfeso. Probablemente fue escrito a
mediados del año 50 en esta ciudad.
SANTIAGO: No está dirigida a una comunidad
determinada. Están fechas hacia el final del siglo I. Autor desconocido, que
usó el nombre de Santiago por el prestigio que tenía como "hermano del Señor".
Tiene formato de carta, pero en realidad es una colección homilética de
consejos prácticos de tipo sapiencial. Su finalidad es promover la santidad
entre los cristianos. Como los antiguos profetas, denuncia los abusos de los
poderosos, que empezaban a darse en las jóvenes comunidades.
1-2 PEDRO: El tema de la carta Primera es una
exposición de la vida cristiana iniciada en el bautismo. Alienta a los
cristianos que sean valientes para poder vivir en un ambiente hostil. Aconseja desarrollar
la firmeza, la paciencia y la sumisión y por supuesto la fe y la esperanza. El
tema de la Segunda Carta es la escatología. Algunos, al no verse cumplida la
vuelta del Señor, empiezan a dudar. El autor dice que mil años para el Señor es
como un día para nosotros y que Él vendrá como ladrón en la noche.
1-2 y 3 JUAN: Tres cartas atribuidas tradicionalmente al apóstol Juan, como se le
atribuye el 4° evangelio y el libro de Apocalipsis. Estas cartas nos dan a
conocer los problemas de una comunidad cristiana no-paulina, así como la fe que
proclamaba y vivía. El propósito de la Primera es confirmar a los cristianos en
la doctrina que han recibido y prevenirles contra los falsos profetas. El tema
fundamental es el amor de Dios y al prójimo. En ella se dice que "quien no ama no conoce a Dios, porque
Dios es amor". La Segunda y Tercera son muy cortas; en ellas se
insiste en el precepto del amor
(Segunda) y sobre la hospitalidad
(Tercera).
JUDAS: Es un escrito
breve que se presenta como carta y suele fecharse hacia fin del S.I. Su autor
dice ser "Judas, siervo de
Jesucristo, y hermano de Santiago". Por su encabezamiento no puede
identificarse a qué comunidad está dirigida, aunque parece ser de origen
pagano, por los pecados que denuncia. Exhorta a sus destinatarios a luchar por
la fe, puesta en peligro por "algunos impíos que se han introducido en la
comunidad" y termina con una doxología (Fórmula de alabanza a la
divinidad, especialmente a la Trinidad en la liturgia que se encuenta en la
Biblia.
CARTA A LOS HEBREOS: Hubo dudas de que esta carta perteneciera a Pablo. Se la suele fechar
después del año 70, entre los años 80-90; su autor es desconocido y parece ser
que fue escrita en Italia, tal vez en Roma. Está dirigida a una comunidad con
graves dificultades, amenazada por el desánimo. Estos cristianos necesitaban
ser fortalecidos en su fe y el único que puede darle aliento es Jesucristo,
Hijo de Dios, Mediador y Redentor, que vive para interceder por nosotros,
ofreció a Dios el sacrificio perfecto, muy superior a los sacrificios de la
antigua alianza.
APOCALIPSIS: Como en todos los escritos apocalípticos, su mensaje contiene visiones y
tiene la finalidad de consolar y transmitir esperanza a una comunidad que sufre.
El autor del Apocalipsis usa los elementos propios de este género y los enlaza
con la fe de la comunidad en el Señor crucificado, resucitado y exaltado, que
ha de volver al fin de los tiempos, en el que el mal será vencido
definitivamente. Se ha atribuido tradicionalmente al apóstol Juan, el de
Zebedeo. El autor se presenta como Juan, Siervo de Dios. Se pone la aparición
de este escrito al final del siglo I, entre los años 95-100. Su finalidad
parece ser consolar a las comunidades cristianas de Asia Menor en medio de las
persecuciones.
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