miércoles, 19 de octubre de 2016

10 Buenas Razones para Leer la Biblia


10 Buenas Razones para Leer la Biblia
Imagínate que un día recuerdas que tienes que ir a una reunión especial con familiares que hace mucho que no ves. Pero aunque qusieras ir recuerdas las muchas cosas que tienes por hacer: escuela, trabajo, amigos, gimnasio, etc., así que decides no ir. Pasan algunos años y empiezas a notar que varios de tus familiares se ven diferentes; tienen un mejor estatus social, mejores carros, algunos viajan mucho, otros se cambian a vivir a una mejor casa o hasta a otra ciudad. No entiendes qué está pasando pero ¡estás ansioso por saberlo! así que les preguntas y al escucharlos te das cuenta que llevas años batallando y viviendo limitado porque no fuiste a esa reunión familiar en la que resulta que se repartió la herencia de un tío muy rico pero como no fuiste no la reclamaste.
La Biblia es la palabra  de Dios, en ella podemos encontrar sus promesas, su verdad y su herencia, no una herencia física o temporal, ¡sino mucho mejor!, pues es una herencia eterna. Hemos oído bastantes veces que leer la biblia todos los días es muy importante. Pero ¿por qué es tan importante? Quiero darte 10 buenas razones por las cuales sería bueno empezar o mejorar nuestra lectura bíblica:
1. Nos hace conocer la voluntad de Dios.

Hemos orado conforme a la parte de la oración que Jesús nos enseñó: “Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.” (Mateo 6:5-15) Pero cuando oramos así; ¿qué estamos en realidad pidiendo si no sabemos cuál es su voluntad? Es importante examinar la Biblia para saber cuál es la voluntad de Dios. Romanos 12:2 nos recuerda que, aunque parezca difícil de cumplir, su voluntad es buena, agradable y perfecta”. No puede fallar, es agradable, nos va a gustar, entre más lo conozcamos a través de su Palabra, más lo amaremos y más disfrutaremos de seguirlo.
2. Nos da ánimo en las pruebas.
Típico que cuando viene la prueba, pensamos que no hay salida, que va a alargarse nuestro dolor aunque realmente somos nosotros mismos quienes lo alargamos. Fiel es Dios que nos recuerda que esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria  2a Corintios 4:17. Nos recuerda que toda prueba es momentánea pero que la corona de gloria es eterna. La Biblia está llena de soluciones para las pruebas y tentaciones de cada día, pero hasta que no la leamos no encontraremos la ayuda que necesitamos de Dios para cada día.
3. Nos da paz, aclara nuestra mente.
Tenemos tantas cosas por hacer que podemos llegar a estresarnos tanto que hasta creemos que no tenemos tiempo para leer la Biblia, pero cuán reconfortante es cuando decidimos hacerlo a pesar de la falta de tiempo y el exceso de estrés, que justo lo que leemos ese día en la Palabra de Dios es la verdad y el principio que necesitábamos para recuperar nuestra paz. Con razón el salmista decía: ¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras. Más que la miel a mi bocaSalmos 119:103. Nada mejor que las palabras de amor y fortaleza de nuestro Padre en medio de nuestras angustias.
4. Encontramos todo tipo de material literario.
Literal, todo tipo: poemas de amor (Cantar de los Cantares), cantos (Salmos), consejos (Proverbios), textos de tristeza (Lamentaciones), profecías (Isaías, Jeremías, etc.), biografías (Mateo, Marcos, Lucas y Juan, entre otros), historia Universal (¡Prácticamente toda la Biblia!), historia económica (1 y 2 Reyes), historias de guerra (1 y 2 Crónicas), cartas (Santiago, Corintios, etc.), cómo vivir mejor (Romanos, Hebreos, etc.), el inicio de toda la creación (Génesis) y textos de actualidad (Apocalipsis). En pocas palabras, nos hace sabios e inteligentes, pero aún más ¡nos permite conocer a Dios!: “De tus mandamientos he adquirido inteligencia” Salmos 119:104a
5. Nos permite conocer quién es Dios.
a) Dios es amor. 1a Juan 4:8 “El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor”
b) Dios es fiel 2a Timoteo 2:13a “Si fuéremos infieles, él permanece fiel”
c) Dios es el único digno de gloria y honra. Apocalipsis 5:13b “Al que está sentado en el trono… sea la alabanza, la honra, la gloria y el poder”

Hay muchísimo de Dios por conocer en su Palabra, más de lo que nos imaginamos. Su carácter, sus promesas, su fuerza, su interés y amor perfecto por nosotros, su plan para nuestras vidas, las habilidades, dones y talentos que Él nos da, la manera en que le gusta hacer las cosas, la manera en que diseñó todo para que funcione, los eventos que están por suceder, ¡muchísimas cosas interesantes capaces de cambiar nuestra vida en un instante! ¿Qué estás esperando? ¡Decídete a comenzar a Leer su Palabra!
Ideas para tu Oración y Lectura de Hoy
Leer la Biblia no es solamente abrirla a ver dónde cae, tampoco se trata de leer solamente para cumplir un requisito o por obligación. Si no leemos la Biblia con la actitud correcta será un libro más y nuestras vidas nunca cambiarán ni experimentarán el poder que está escrito en sus páginas. ¿Cómo debo entonces leer la Biblia?
1) Antes que nada necesitas orar siempre antes de leerla y pedirle a Dios que te permita entender lo que Él quiere hablarte y como dice Efesios 1:17-19 pídele sabiduría y revelación en el conocimiento de él y que alumbre los ojos de tu entendimiento.
2) También necesitas un Plan de Lectura para que no leas solamente al azar sino que vayas leyendo en orden las historias y eventos que te permitan entender mejor lo que Dios quiere decirte. En esta página web cada día subimos un estudio con una propuesta diferente de una porción de la Biblia que puedes leer además tenemos la sección de Lectura Bíblica donde tenemos un plan de lectura por día o por tema. También existen otros recursos como www.youversion.com donde puedes hacer tu propio plan de lectura Bíblica en base a ciertos temas, libros o personajes.
3) Ya que has orado y tienes tu plan estás listo para empezar pero antes necesitas entender el para qué vas a Leer la Biblia, la idea central de tu lectura y tu única motivación debe ser para conocer a Dios, eso quiere decir que en todo lo que leas necesitas buscar cada renglón o palabra donde se hable de lo que Dios dijo, hizo, pensó o planeó y necesitas llevar un registro, hacer apuntes de lo que aprendiste de la personalidad de Dios, puedes clasificar lo que vas aprendiendo en temas como: lo que Dios ama, lo que desagrada a Dios, lo que sorprende a Dios, lo que Dios dice sobre la santidad, etc. Conforme leas cada día más crecerá tu lista de cualidades de Dios y más lo conocerás. Esta es la razón por la que leemos, para conocerlo, si leíste y no conociste, recordaste o aprendista nada de su personalidad, ¡leíste en vano! Regrésate y busca a Dios en tu lectura de ho.

La adoración que agrada a Dios





Estos principios serán agrupados bajo tres clasificaciones generales: lo que antecede al acto de adoración; lo que sucede en el acto mismo; y lo que sigue al acto. En realidad, toda la vida del creyente se resume en estas tres etapas: todo lo que uno es y hace constituye una preparación para la próxima experiencia de adoración; luego se produce el encuentro con Dios; y después todo lo que uno es y hace debe reflejar la experiencia que tuvo en la presencia de Dios. Es importante notar que muchos de los principios se repiten frecuentemente, destacándose tanto en el AT como también el NT.

Lo que antecede a la adoración que agrada al Altísimo

Ningún ser humano puede agradar a Dios en la adoración sin la debida preparación. Como uno, con sumo cuidado y diligencia, se prepara para entrevistarse con una persona de alta dignidad, en la misma manera es lógico que sea diligente en la preparación para entrevistarse con la Dignidad Suprema, el mismo Creador del universo. Por otro lado, es cierto que Dios está disponible en todo momento para el creyente que lo busca con corazón sincero. En un momento de suma emergencia, el creyente que está en buena relación con Dios puede clamar a él sin pasar por un período de preparación. Esta preparación específica incluye por lo menos cinco elementos: tomar conciencia de la persona de Dios; tomar conciencia del propósito y obras de Dios; tomar conciencia de su propia necesidad; tomar en cuenta las instrucciones de Dios; tomar medidas adecuadas para expresar su adoración.

Tomar conciencia de la persona de Dios

El hombre no descubre a Dios, sino que Dios toma la iniciativa y se revela al hombre. Dios se ha revelado en el pasado por sus obras, por sus profetas, pero supremamente en la persona de Jesucristo. Él sigue revelándose por medio de la naturaleza, las circunstancias, la oración, las obras de Dios en el mundo, pero más clara y objetivamente por medio del estudio y meditación de la Biblia. De allí lo imprescindible del estudio de la Palabra de Dios diariamente, antes de iniciar el período de adoración. El caso clásico de la importancia de la lectura de las Sagradas Escrituras como preparación para el acto de adoración se encuentra en Nehemías 8. Todo el pueblo estaba reunido y leyeron «el libro de la ley de Moisés ... desde el alba hasta el medio día» (8.1, 3). Ese texto sagrado revelaba la naturaleza de Dios: p. ej. como creador, poderoso, protector, proveedor, paciente, perdonador y misericordioso.

Tomar conciencia del propósito eterno de Dios y de sus obras
Dios tiene un propósito definido y eterno que está llevando a cabo en el mundo. El propósito eterno de Dios es esencialmente una extensión o expresión de su naturaleza. Uno de los problemas más graves del pueblo escogido de Dios era el hecho de ignorar, a veces con toda deliberación, la naturaleza de Dios y su propósito eterno. Esta ignorancia, o falta de consciencia de la naturaleza de Dios, de hecho pervertía su adoración.

Tomar conciencia de su propia necesidad
Uno de los motivos más comunes que convence al hombre, aun al más orgulloso, de que debe buscar el rostro de Dios es su propia necesidad. El hambre, la desnudez, la falta de techo o atención médica, un peligro inminente o la amenaza de muerte, todas éstas son las necesidades que el hombre reconoce primero; pero la necesidad espiritual es la condición de todo ser humano y la más urgente. El tomar conciencia de su propia necesidad, en cualquiera de las áreas, es parte de la preparación necesaria para rendir a Dios adoración que le agrada. Uno busca a Dios porque siente agudamente su necesidad de ayuda divina. Frecuentemente, en la Biblia, este reconocimiento de necesidad personal se destaca antes de la adoración.

Tomar en cuenta las instrucciones de Dios y de haber sido obediente

Una vida fiel y obediente a la voluntad de Dios es imprescindible como preparación para agradar a Dios en la adoración. Tal fue el caso de Abraham cuando se preparaba para adorar a Dios (Génesis 17.3). Había caminado en obediencia ante Dios desde que salió de Ur de los Caldeos. También, antes de ofrecer a Isaac, Abraham era consciente de que había seguido todas las instrucciones de Dios y que aun ahora, a pesar del dolor que significaría el sacrificio de su único hijo, estaba en el camino de obediencia. El mandato de adorar únicamente a Dios se establece firmemente en los diez mandamientos (Éxodo 20.1-6), pero es explícito con el término proskuneo en Apocalipsis (19.10; 22.8, 9).

Tomar las medidas adecuadas para expresar su adoración

Al prepararse para adorar, uno debe reunir o cumplir, con anticipación y cuidado, todo lo necesario para expresar la adoración. Tratándose del diezmo y ofrendas, es importante determinar de antemano la cantidad y tenerla lista para entregarla. El esperar al último momento para tomar esta decisión y preparar la ofrenda, o llegar al lugar de adoración sin haberla decidido o preparado, confiando en la inspiración del momento, o entregando lo que uno tenga a mano, indica irresponsabilidad si no irreverencia ante Dios. Cuando se trata de un malestar u ofensas entre hermanos, Jesús exige la reconciliación antes de entregar la ofrenda en un culto de adoración (cf. Mateo 5.23, 24). 
James W. Bartley

Este artículo ha sido compilado por David Fajardo, tomado del libro La adoración que agrada al Altísimo. Perspectivas bíblicas, de James W. Bartley. Publicado por Casa Bautista de Publicaciones. Visite, www.casabautista.org

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